‘Sueño en que me dices al oído que me cuidarás por siempre...’.
¡Cómo deseaba desesperadamente Lily poder acercarse, arrojarse a los brazos de Darryl, abrazarlo con fuerza y llorar!
Sin embargo, ella se detuvo en cuanto dio un paso como si su cuerpo se congelara.
‘No, no puedo ver a mi Esposito...’.
‘Mi cara se ha vuelto tan fea hasta el extremo en que me odio a mí misma cuando me miro en el espejo. ¿Cómo puedo dejar que él me vea?’.
‘Tengo miedo de que mi Esposito no me pueda reconocer... estoy tan fea ahora y ya no soy digna de mi Esposito...’.
Lily sintió una presión en su pecho al pensar en eso. Ella estaba desconsolada.
“Cielo... ¿puedes oírme? Te extraño mucho. Extraño estar en tus brazos y hablar contigo. De verdad quiero... pero no puedo dejar que me veas con esta cara...”, Lily murmuró para sí misma mientras dulces recuerdos del pasado inundaban su mente y las lágrimas no dejaban de rodar por sus mejillas.
“Al ver que estás bien, estoy tan feliz...”, la voz de Lily s