Habría graves problemas si Oliver lograra persuadir al Rey Tortuga Negra para que se uniera a la raza demoníaca.

Morticia frunció el ceño y fijó sus ojos en Oliver. “¿Ah, sí?”.

Lo que dijo Darryl tenía sentido. Tan pronto como abandonaron el territorio de los demonios, fueron inmediatamente rodeados por los guerreros de la raza Tortuga Negra. Oliver era muy sospechoso. Después de todo, él era el hijo del Rey Tortuga Negra.

Oliver estaba asustado y enojado cuando Morticia lo interrogó. Rápidamente, dijo con una cara amarga: “Su Excelencia, le soy leal. El universo puede probarlo. No escuche los inventos de Darryl”.

Mientras hablaba, Oliver fulminó con la mirada a Darryl y gritó: “No intentes incriminarme por semejante tontería. Durante los últimos días, he estado siguiendo a Morticia lealmente. Nunca le he enviado mensajes en secreto a la tribu Tortuga Negra. No intentes calumniarme”.

Darryl se rio entre dientes. “¿Calumniarte? Entonces, explica la situación actual. Si tu padre no