El rostro de Darryl brillaba con confianza. “Cuando entremos en la formación, voy a formar una barrera protectora a nuestro alrededor con mi propia energía. Sin embargo, el poder de mi alma de hada es limitado. Te necesito detrás de mí para aumentar mi fuerza espiritual, ¿entendido?”.
Entonces, ese era el caso.
Los ojos de Grunt brillaron y asintió con una sonrisa. “No se preocupe, Príncipe Consorte. Daré todo lo que tengo”.
Él dijo esas palabras llenas de calidez, sin embargo, no había nada más que frialdad en su corazón.
‘Primero, me quitas a la Princesa Dorothy y le robas su inocencia, ¿y ahora me pides un impulso espiritual? ¿Estás loco?’.
Grunt lo había pensado bien. Fingiría estar de acuerdo, luego esperaría hasta que fuera el momento adecuado para abandonar a Darryl y dejarlo morir en el Sacrificio de Sangre de Demonio.
Darryl no sintió que Grunt estuviera tramando nada y asintió con satisfacción ante su aprobación.
Justo después de eso, Darryl se dirigió hacia los soldad