Caballo Blanco se paró de manera triunfante frente a la habitación secreta.
Él pudo ver a Zhang Jue acurrucado en un rincón de la habitación secreta. La piel del otro hombre estaba azul por haber inhalado tanto veneno, tenía los ojos cerrados y ya no respiraba.
Una enorme hacha dorada yacía en el suelo junto a él.
Era el Hacha Rompecielos.
Caballo Blanco echó la cabeza hacia atrás y se rio de buena gana por lo contento que estaba. Entonces, se acercó y tomó el Hacha Rompecielos, admirándola de cerca.
El Hacha Rompecielos era una Gran Arma sin parangón, en efecto. Se había dejado con el veneno durante un día y una noche, pero no había ningún rastro de erosión, y seguía brillando en oro intenso.
"¡Gran Arma! ¡Qué Gran Arma!". Volvió a reírse.
Caballo Blanco exclamó antes de guardar el Hacha Rompecielos y gritar: "¡Entren!".
Unos cuantos discípulos entraron rápidamente en la habitación.
"Informen a todos los discípulos de que hemos vengado al Maestro de Secta Chester