"¡Simple!".

Darryl le sonrió a Natalia. "Te dejaré ir ahora. Ayúdame a convencer a tus dos hermanos de que abandonen la guerra contra el Mundo de los Nueve Continentes".

"Mientras estén dispuestos a hacer la paz, puedo garantizar que dentro del continente de los Nueve Continentes, definitivamente habrá un lugar para tu Tribu Raksasa. Por supuesto, tu Tribu también tiene que garantizar que en el futuro, no puede crear problemas ni causar caos".

Él se sentó en la silla con las piernas cruzadas y miró tranquilamente a Natalia, esperando su respuesta.

"Yo…".

Ella se mordió el labio con fuerza, sin saber cómo responder.

Con la fuerza actual de la Tribu Raksasa, no era difícil para ellos dominar el Mundo de los Nueve Continentes. Además, hacer que el Mundo de los Nueve Continentes se sometiera a ellos había sido el objetivo de su Tribu durante miles de años. También era la creencia dejada por sus antepasados. Si accedía a las condiciones de Darryl, ¿no la convertiría en una traidora de