El Dragón Mayor clavó sus ojos en Darryl y le preguntó atemorizado: “¿Qué nos acabas de dar?”.
Los otros dragones parecían inquietos.
‘¡No pudo habernos dado algo inofensivo!’.
Darryl se burló con desdén: “Oh, ¿acaso no le tenías miedo a nada? ¿Por qué? ¿Finalmente estás entrando en pánico?”.
Darryl sonaba aún más despiadado mientras decía a continuación: “Te he dado el Elixir del Culto Celestial. ¿Has oído hablar de él?”.
“¿Elixir del Culto Celestial?”. Los Cuatro Dragones y las Cuatro Fénix intercambiaron miradas preocupantes entre sí. Tenían cierta inquietud por lo que estaba a punto de suceder.
El Elixir del Culto Celestial era lo que el Gran Maestro de Culto Celestial había utilizado para controlar a sus seguidores. Darryl era el único en el mundo que aún podía hacerlo.
Los Cuatro Dragones y las Cuatro Fénix jamás habían oído hablar de él, y entraron en pánico ya que no tenían idea.
“Se infectarán y morirán dentro de un año si no encuentran la cura”.
Darryl tenía