Al enterarse del resultado, Ricardo se levantó de la silla y dijo con voz grave, —voy enseguida.
Ricardo colgó el teléfono tras decir eso, salió de la sala de conferencias sin mirar atrás, dejando a un grupo de ejecutivos mirándose unos a otros con expresión asustada.
Ricardo, solía ser serio en trabajo, así que los empleados nunca se atrevían a contestar al teléfono durante las reuniones.
También nunca visto tal situación, que su jefe tomó el teléfono y se marchó, ¿llegaría el fin del mundo?
Fuera, Ricardo cogió la chaqueta e indicó a su secretario, —Que el vicepresidente presida la conferencia, quiero ver una solución mañana.
—Vale, jefe. ¿Dónde vas a ir ahora?
—Al hospital.
El secretario sabía quién la había llamado al señor Vargas.
Solo esa señorita Tracy M podría hacer una excepción con el jefe.
Después de que Magnolia colgara el teléfono, miró al médico y le dijo, —Sabes lo que hay que hacer cuando llegue Ricardo, ¿verdad?
El médico empujó sus gafas, —Lo sé, el señor Moral lo ha