Los dos hombres se encontraron en el pasillo, uno era maduro y frío, el otro frío y distante.
El ambiente parecía increíblemente tranquilo.
Mientras ambos se pasaban, Ricardo no pudo evitar hablar: —no eres el adecuado para ella.
Se rio Bosco: —Te pasas de la raya como exmarido.
—¡Alto!
Ricardo dijo con la mirada fría: —es una advertencia. Además, tu familia no aceptará un niño en su vientre, es testaruda y se quedará absolutamente con el bebé.
—No, mi familia habría estado encantada de aceptar al niño. Como soy estéril, no habría tenido hijos. Si me caso con ella y resulta que tengo mujer e hijos, mi madre se volverá loca de alegría.
Bosco dijo ligeramente antes de volverse hacia el cuarto de baño.
Ricardo se quedó inmóvil, con todo el rostro casi envuelto en penumbra a la luz del pasillo.
Dio un puñetazo a la pared, incapaz de calmarse de ninguna manera.
Cuando se enteró de que tenía un prometido, casi no se controló.
En la sala privada.
Magnolia miró a David: —David, ¿Bosco es realm