La hermosa mujer de cabello largo y rubio, cerró sus ojos y rodeo con sus brazos a Leandro colocando los mismos por encima de los hombros de él, ella comenzó a besarle con gran intensidad.
Leandro se sorprendió ante la rápida reacción que tuvo ella.
Él seguía sin cerrar sus ojos estando a punto de dejarse llevar, sin embargo en ese momento un recuerdo pasó por su mente.
La figura de esa bella mujer de cabello ondulado y hermosos ojos azules zafiros, la luz de la luna iluminando esa noche en el lago y la sonrisa llena de seguridad que ella le mostró cuando le confesó aún creer en el amor y no cerrar sus puertas a ese profundo sentimiento.
Algo que él había hecho desde hace algunos años atrás y se había decidido a jamás volver a intentarlo poco después de su desición de divorciarse.
Leandro se había rendido en ese tema.
No era para menos.
Él se había estado esforzando durante