Lolita ya estaba lista. Se veía deslumbrante con un vestido negro debajo de la rodilla combinado con un blazer blanco. Su largo cabello estaba suelto. Unos tenis complementaban su atuendo de esta noche. Sin embargo, cuando salió, vio a Diego aparecer con un rostro demacrado.
Lolita lo miró con sospecha y preguntó: "¿Qué pasa?"
"Ehm, cariño. Lo siento mucho. Parece que no vamos a salir."
Lolita abrió mucho los ojos. "¿Qué? ¿Y qué hay de mi estómago? Necesita ser llenado."
"Le pediré a Mark que prepare la comida que quieras." Diego tocó el rostro de la chica. Lolita lo apartó.
"Lo prometiste antes. ¿Qué está pasando?"
"Tengo un asunto urgente..."
"Con Melinda," adivinó Lolita. Diego miró a la chica con una mirada esperanzadora. Desafortunadamente, la chica pudo adivinarlo.
"Más o menos así. Es un asunto de trabajo."
"¿Qué tipo de trabajo se hace a estas horas? ¿A un club nocturno, a un hotel?"
"¡Lolita!" Diego cerró los ojos porque su voz repentinamente subió una octava. Exhaló. "Escuch