Diego no dejaba de mirar con irritación a Lolita. Mientras que la mirada estaba mostrando un rostro inocente como sin pecado que según Diego se veía muy molesto.
¿Qué acaba de llamarlo esa chica? ¿Amo? ¿De verdad? ¿Así que durante todo este tiempo no lo consideró una pareja?
"¿Amo?" Arman miró a Diego con una mirada llena de preguntas, como si necesitara una aclaración de la persona en cuestión.
"Sí, padre", interrumpió Lolita. Diego cada vez podía menos controlar su mirada que se volvía cada vez más afilada. Sin embargo, parecía que eso no molestaba en absoluto a Lolita.
"¿No trabajas en la oficina del Señor Candra?"
"Así es, pero Lolita se mudó a mi lugar hace mucho tiempo, señor", interrumpió Diego.
"¿Así que es eso?" Entonces Arman desvió su mirada hacia Lolita.
"Emmm, padre. No es bueno dejar que los invitados estén de pie demasiado tiempo en la puerta, acabamos de hacer un viaje largo", interrumpió Lolita tratando de desvanecer la sospecha de su padre.
"Ah, sí, padre lo olvidó.