El ramo de flores se soltó de su agarre. Diego se quedó paralizado en su lugar, con la mirada fija en la cama. Se veía líquido de la infusión goteando al suelo. Parecía que lo habían jalado con prisa. Diego recorrió la habitación con una sensación de incertidumbre. De repente, su mente se nubló. Había perdido a Lolita. ¿Acaso la chica realmente había escapado? No, la vigilancia afuera era muy estricta, era imposible que la chica pudiera pasar por todos ellos.
Entonces Diego revisó el área del balcón. Esta habitación estaba en el último piso. Era imposible que una chica normal como Lolita pudiera bajar con las manos vacías, a menos que tuviera superpoderes. No, Diego negó con la cabeza, en un momento como este, Diego estaba pensando en algo ridículo. Luego volvió a entrar.
En este momento, Diego estaba casi loco. Cuando sintió un pánico abrumador, escuchó el sonido del agua corriendo dentro del baño. Inmediatamente Diego fue a revisarlo. No sabía lo que tenía en mente, pero su mano abr