POV de Adriana
Me quedé mirando las dos líneas rosas en la prueba de embarazo, con las manos temblorosas mientras sujetaba el pequeño palo de plástico. Una oleada de emociones me invadió: alegría, miedo, incertidumbre. Había imaginado este momento antes, pero ahora que era real, me encontraba paralizada, incapaz de procesar lo que esto significaba para mí, para Diego, para nosotros.
La fundación que habíamos construido juntos estaba prosperando, pero aún estábamos en las etapas cruciales de expansión. Diego había puesto su corazón y alma en este sueño, trabajando largas horas, asistiendo a reuniones, asegurando financiamiento. Sabía cuánto significaba para él. Y ahora, aquí estaba yo, con una noticia que podía cambiarlo todo.
¿Esto nos retrasaría? ¿Lo vería como una carga en lugar de una bendición?
Presioné una mano contra mi estómago, con la respiración temblorosa. Un bebé. Nuestro bebé. El pensamiento me llenó de calidez, pero casi al instante, la duda volvió a aparecer. ¿Era el mom