Parte 2...
Ana
Sé que Matteo está perdido en sus pensamientos sobre su hermano y hasta lo entiendo. Es realmente difícil mantener la calma cuando algo malo le sucede a alguien a quien amas.
Está sentado en el sofá, mirando la pantalla, pero se nota que no está prestando atención a lo que aparece. El cuerpo está ahí, pero la mente está lejos. Me acerco y pongo la mano en su hombro. Siento que está tenso.
— ¿Todavía pensando en Lucas?
— Sí - me mira y suspira — Tengo ganas de ir a su casa para hablar con Jules.
— Creo que es mejor que no, Matteo - doy la vuelta y me siento a su lado — Estás enojado y si recuerdo bien, cuando te enojabas en la empresa, todos corrían... incluyéndome a mí - me inclino haciendo una mueca y él se ríe — Espera a que Otávio