Alfa se pasa los dedos de la mano libre con molestia por la frente. Lo último que esperaba es que Matías llegara allí y justo con la ridícula de su compañera.
-¡Bajen las armas! – insiste el oficial Méndez y el hombre que apunta a Alfa le hace caso, pero Alfa no -. Señorita, baje el…
-¿Señorita? ¿En serio me vas a decir así? – le dice ella mirándolo a los ojos, Matías le hace un gesto a su compañera para que aprese al hombre, mientras él se acerca a Alfa -. No se lo pueden llevar, ese hombre es mío, está marcado.
-No, esta vez no haré lo que tú quieras – le toma una mano y la esposa, dejándola con la boca abierta -. Estás arrestada.
-¿Bajo qué cargos? ¿Por ir tras un narco soplón que puede j0der una investigación contra lo último de las Es