Capítulo 7
Tuve un sueño, tuvo lugar en la Villa Shaw. Mis padres y Dixon estaban ahí. Ellos conversaron con familiaridad acerca de mi vigésimo tercera fiesta de cumpleaños.

Me paré al lado del sofá a escuchar a Dixon hablar. Su voz era cálida y gentil. “A Carol le gusta el color rojo. Decoremos el lugar con rosas rojas. Tocaré el piano entonces”.

Los ojos de Dixon estaban llenos de calidez y gentileza. El sol fuera de la venta brillaba sobre él, haciéndolo parecer aún más guapo y cálido. Quise acercarme para tocar su arco superciliar. Sin embargo, mis dedos lo atravesaron y quedaron en el aire. Grité su nombre fuertemente en pánico. No obstante, él no respondió. Lloré histéricamente y todo en frente mío se tornó blanco.

Mis ojos se abrieron y vi que estaba en una habitación de hospital. Aún llevaba puesto el vestido brillantemente colorido que tenía anteriormente. Dixon estaba parado al lado mio con una expresión fría en su rostro.

Se sentía como si no pudiera aceptar al hombre frío delante de mí después de haber visto a aquel cálido y gentil Dixon Gregg de mis sueños. Cerré mis ojos y le pregunté ligeramente, “¿Qué sucedió hace poco?”.

Dixon bajó la mirada y no respondió. El Director Gregg de repente empujó la puerta para abrirla. Él miró a Dixon fríamente y dijo disculpándose, “Te caíste y tu rostro estaba cubierto de sangre. Estuve muy sorprendido. Si él no hubiese venido al hospital por esa mujer, ¿hubieras venido? y ¿Esto hubiese pasado? Carol, has consentido a Dixon demasiado. ¡Él es tu esposo y tienes que controlarlo!”.

Esposo…

Recuerdo que recién nos divorciamos.

Miré hacia Dixon. Sus características nítidas eran penetrantemente frías. Era como si a él no le importara lo que su padre había dicho en lo absoluto. Sonreí y le dije, “Padre, ya nos hemos divorciado”.

Las pupilas de Dixon se contrajeron cuando él escuchó eso. El Director Gregg estaba atónito también. Quizás porque ya le había contado mis planes más temprano ese día, él rápidamente reaccionó y me pregunto, “Solo me dijiste acerca de eso esta tarde, ¿Por qué fue tan rápido?”.

Fruncí mis labios y le pregunté, “¿Fue rápido? Dixon quería el divorcio hace tres años atrás. Lo atrasé por tanto tiempo y nadie salió beneficiado de eso. Ah cierto, realmente no sé mucho acerca de negocios. La Corporación Shaw sólo caerá bajo mi liderazgo tarde o temprano. Se lo dejaré todo a ustedes. No me importaría incluso si se fusionan con la Corporación Gregg”.

El Director Gregg suspiró y dijo, “Nos lo estas dando a nosotros, así como así…”.

Yo soporté el dolor en mi abdomen y me paré para irme del hospital. Dixon me acompaño a mi lado. Justo cuando iba a subirme al coche para conducir, él condujo su Maybach negro y se detuvo en frente a mí.

Arqueé mis cejas y le pregunté, “¿Qué estás haciendo?”.

“Súbete. Te llevaré a casa”.

Dixon nunca me había llevado ni una sola vez en su coche. Ya que ahora estábamos divorciados, no había necesidad que yo aceptara su viaje. Le recordé con delicadeza, “No hay necesidad. Mi coche está aquí. No puedo simplemente dejarlo aquí, ¿cierto? Dixon, feliz encuentro, feliz despedida. Tratame mejor como una desconocida, justo como solías hacerlo”.

Su coche aceleró. Me subí a mi coche y regresé a la Villa Shaw una vez que él se fue. Fui al baño para tomar un baño caliente casi instintivamente. El agua caliente de la tina estaba manchada de rojo en menos de 10 minutos.

Este cáncer uterino fue causado por Dixon personalmente. Él había asesinado a mi bebé cruelmente y luego se acostó conmigo antes de que pudiera recuperarme. No lo había rechazado.

Al final, el estado actual de mi cuerpo era todo por mi culpa.

No podía culpar a nadie o quejarme de ello.

Cerré mis ojos exhausta. Para el tiempo que me levante, ya era el día siguiente. El agua estaba penetrantemente helada. Me puse mi bata de baño y llamé a mi asistente. El tomó los papeles de divorcio y se fue. Él me estaría enviando el certificado de divorcio esta noche.

Mire fijamente al documento apáticamente y le pregunte, “¿Le has dado a él una copia?”.

Mi asistente me respondió, “Sí, le entregue al Sr. Gregg el documento personalmente”.

“De acuerdo. Déjale todos los asuntos de la oficina a partir de hoy. Consigue a alguien para que empaque todo lo de la Villa Shaw también. Regrésaselo tres meses después”. Pensé en ello antes de continuar con mis instrucciones con delicadeza, “Ayúdame a conseguir que el departamento de finanzas de la Corporación Shaw transfiera cinco millones a mi tarjeta bancaria. No tendré nada que ver con la Corporación Shaw de ahora en adelante”.

Mi asistente estaba conmocionado. Él me preguntó, “Presidente Shaw, usted…”.

“Ve y hazlo. No hagas más preguntas”.

Luego de que mi asistente se fue, cinco millones fueron inmediatamente transferidos a mi tarjeta bancaria. Me levanté y empaqué unos pocos conjuntos de ropa, al igual que algo de maquillaje. Más tarde, abandoné la Villa Gregg y regresé a la Villa Shaw.

La Villa Shaw había aparecido en mis sueños la noche de ayer.

Estaba de pie en la sala por un largo rato y recordé el sueño que había tenido la noche de ayer. Todo en el sueño, parecía demasiado real. Él había dicho gentil y cálidamente que me gustaban las rosas rojas. Él había dicho que él tocaría el piano para mí.

¿Por qué la versión de él en sus sueños era tan perfecta?

Cerré mis ojos. Entonces, subí las escaleras y me acosté en la cama. Quizás era porque no podía soportar las punzadas de dolor que provenían de mi abdomen que llame al Sr. Connor, pidiéndole que encontrara una medicina que pudiera adormecer mis nervios.

Me quedé en la Villa aturdida por siete u ocho días. Cuando la soledad estaba a punto de envolverme, finalmente me levanté y salí con la tarjeta bancaria que tenía cinco millones en ella.

Ya que nadie me amó, encontraré a alguien que me ame.

No importaría aun cuando me estuvieran mintiendo.

Solo quería usar estos cinco millones para encontrar a alguien que me ame. Solo tendría que amarme por tres meses.
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