Recientemente, el corazón de Isabelle se estremecía con cada vez más frecuencia. Se sentía como si Cedar la estuviera seduciendo constantemente. Se sentía encantada, emocionada y esperanzada.
Ella esperaba sentir eso cada vez más frecuente. Sabía que era la sensación de estar enamorada.
A veces, esperaba que Cedar fuera la persona que le permitiera detener sus pasos. Estaba menos ansiosa cuando él estaba a su lado.
Desafortunadamente, eso aún no se podía lograr. Isabelle aún necesitaba tiempo para mantener su condición bajo control.
Ella se liberó de su abrazo, se fue del pasillo y entró en la habitación de invitados.
Se murmuró para sí misma: “¿Dónde está el baño? Quiero ducharme e irme a la cama”.
Cedar le dijo: “En la habitación más recóndita”.
“Bien. ¿Dónde está mi equipaje?”.
Cedar empujó el equipaje cerca de la puerta hacia ella.
Al principio, Cedar quería ayudarla y desempacar su equipaje por ella. Sin embargo, tenía miedo de tropezar con algo que no debería ver. Por es