Isabelle preguntó expectante: “¿Vendrás?”.
“Lo decidiré después”, dijo Lucas.
Lucas nunca hacía promesas a la ligera. Tenía miedo de no poder llegar, pero ya había decido ir.
“Te esperaré en Irlanda, Hermano Lucas”.
Ella se dio la vuelta y se fue después de decir eso. Lucas la observó mientras se alejaba saltando. Al final, ella abrió la puerta y subió al coche.
De repente se sintió deprimido.
Esa niña estaba constantemente enferma, pero nunca dejaba que otros se preocuparan por ella.
Isabelle le daba a los demás la ilusión de que era despreocupada, motivada y entusiasta. Solo él conocía el dolor en su corazón. Es posible que ella no pudiera controlarse durante el próximo año.
Una vez que perdiera el control, se volvería más ansiosa.
…
Mientras Isabelle se dirigía al aeropuerto, recibió una llamada de su padre. Ella respondió la llamada y dijo con una sonrisa: “¡Papá, llamaste!”.
“Leoncita, ¿no estás cansada?”.
Isabelle se sobresaltó. “Papá, ¿por qué lo preguntas?”.
“Yo so