Mientras tanto, Mariana trataba de relajarse en la tina con agua tibia y esencias de lavanda y flores. Buscando el detonante exitoso en los recuerdos que la habían ayudado a recobrar las memorias pérdidas de las veces en que se descontrolaba
>>El atentado en Nicaragua, la primera vez de Mimí, Imelda, Zack y Nona. Todas esas primeras veces en que lo hice frente a ellos están activadas. Duelen pero…<< sosteniéndose las mejillas, un dulce calor la calmo de inmediato. Tratando de indagar a profundidad las memorias borrosas que no lograba visualizar.
–Es inútil. Recuerdo todo eso pero por partes. Aun es borroso –hundiéndose por completo, abandono la tina para ir a la regadera, completando el proceso de aseo, deslizando los dedos sobre donde existieron cicatrices.
>>De algo sirvió su dinero<< ladeo una sonrisa, envolviendo una toalla alrededor del cuerpo, saliendo del baño.
Tras secarse y vestirse con un pijama cómodo que usaría todo el día del encierro voluntario, dejo caer con brusque