Un escalofrió le recorrió la espina dorsal, mirándola con mayor atención que lo permitido.

>>¿Puede ser una de ellos?<< preocupado, sintió las banderas de peligro obligándose a mantener la sonrisa para no levantar sospechas >>¿Lograron localizarme? ¡Maldita sea! Esto no es bueno<

–Francés. Interesante –bebió deprisa el whisky, vaciándolo tan rápido como pudo.

–No me sorprende que sepa hablar en muchos idiomas. Casi como un profesor conocedor de todo –Mariana, ya no podía evitar mantener el perfil bajo. El impulso de ver la cara del docente siendo descubierto, era lo que deseaba más que nada en el instante. El plan se había esfumado de la mente y ya no había nada que hacer.

–Cierto. Pero cualquiera puede aprender mucho.

–Verdad. Aprender. Y ya que hablamos de eso. Déjeme indicarle algo sorprendente co