Capítulo XXVI - La historia de los Quimeras - 8

Quizás pensaras que la palabra ´´Muerte´´ es una expresión fuerte pero no, en medio de esa noche esa palabra tomo sentido para muchos de nosotros. No podíamos imaginar que era lo que sucedía en la cueva de los gritos en medio de la oscuridad, donde solo pesa la desolación que rodea la cueva, la penumbra se antepone en medio del caos y solo las risas de los niños puede traspasar aquellas paredes frías cubiertas de acónito, o quizás solo sea la imaginación de los que allí yacen navegando dentro del dolor de su mente trastornada por la desesperación, la agonía y la rabia que describen sumidos en aquel sonido, para algunos aterrador. Nadie podía ser capa

Capítulo XXVII - La historia de los Quimeras - 9

Si realmente me encontraba navegando en mi mente, el salir de los laberintos no significaba que realmente estuviese desobedeciendo a mi padre, así que eventualmente no estaría haciendo nada malo. La cuestión aquí sería a donde realmente es que el lobo me quiere conducir, observando su conducta me daba a entender que era una situación urgente, jadeaba y emitía un pequeño silbido tras cesar chocando a la vez sus dientes. Te puedes imaginar cómo se vería un hombre o mujer lobo, independientemente de lo que fuera que mide 1.65 metros y que pesa más de 68 kilos actuando como un niño pequeño queriendorecibir atención,pues ese era el

Capítulo XXVIII - La historia de los Quimeras - 10

La tristeza me invadía aun mientras dormía por culpa de aquella droga, me sentía la persona más idiota sobre la faz de la tierra, pues eh puesto a todos en peligro pensando que podía controlar la situación, era lo que más llegaba a mi mente, junto con la palabra ´´idiota, idiota´´ que serepetíaconstantemente, allí permanecía en el aquel vació en medio de la nada sin aliento, solo a la espera de algo que ni siquiera sabía que pasaría. No sabría cuánto tiempo viviría, ni siquiera lo que habían hechoaquellos monstruos conmigo, pueda que ya hallan lastimado mi cuerpo, incluso que se hallan divertido conmigo. Mi cuerpo, mi al

Capítulo XXIX - La historia de los Quimeras - 11 - Final de narración a Ronan

Por más que se allá intentado el odio deLaedhacia nosotros era demasiado grande, murió peleando sin arrepentimiento alguno, disfrutaba más que nada vernos sufrir y advirtiendo a los ancianos, al alfa y alos betasque combatieron en contra suya, que una bestia peor que él estaba al asecho cerro sus ojos para no despertar nunca más. Y aquíRonanapareces tú, hacían ya alrededor de quince años que Akira estuvoarreglando los convenios de paz entre los Quimeras y losTaedcomo se suele hacer. Para aquel tiempo había una jovencita muy osada muy parecida a Luana, ella llevaba varios meses exigiend

Capítulo XXX - Narra Ronan Ricci

Capítulo XXXI - Las dudas de Hope

Ha pasado 1 mes, aquella voz y aquellos ojos no han dejado de aparecer en mis sueños, durante cada semana que ha terminado algo nuevo se agrega en aquella imagen, paso de ser dos simples ojos, a tener orejas y cola, junto con un hocico, pero, aun aquel ser no estaba completo. Las noches parecen ser tan largas y caóticas me suelo espabilar muy rápido sobre todo permanezco alterada, empapada de sudor y con escalofríos, no sé qué sea aquello, pero me perturba, intenta hablar conmigo, pero, algo en mi impide escucharle, solo lloro, me desespero y despierto. Du

Capítulo XXXII- Hope es hostigada

Entre a mi cuarto con la esperanza de descansar, me quite los zapatos y me acomode a orilla de la ventana.Toc,toc,toc ...Se escucho el sonido rítmico de unos nudillos contra la puerta, no tenía intenciones de ponerme de pie para abrir, pues tampoco no me apetecía hablar con nadie, o quien quiera que fuera que estuviese tocando, así que solo permanecíen silencio.

Capítulo XXXIII - Los celos de Linda - Parte 1

Intento analizar lo sucedido, intento darle forma lógica a todo, pero, no lo logro, solo provoco abrumarme aún más.Necesitaba salir de aquella habitación así que rápidamente me coloco los zapatos, tomo las llaves, me pongo un abrigo y tomo mi teléfono, al abrir la puerta me encontré con Yin con la mano alzada echa un puño.—Precisamente iba a tocar. Comentó con cara sorprendida.—¿Qué haces aquí?