—Pero…
—¿Crees que no sé lo que hiciste hace poco? —para la sorpresa de Triana, con una rapidez sorprendente, Stephan se acercó a ella y la tomó del cabello, haciendo que ella diera un pequeño grito de dolor, mientras a Stephan no parecía importarle menos el dolor que esta sentía.
—Me estás haciendo