Jhon pasó el resto de la tarde compartiendo con Jhónathan, cada padre posó para las memorables fotografías del recuerdo. Rania al ver lo feliz que reía su hijo, regresó a la hacienda Arielles por Tifa, llegó y se encontró con Dora.
-Buenas tardes señora, disculpe venir sin avisar Pero vengo por mi amiga.
-Pasa hija...y Tranquila que Tifa está preparando y té de no se qué, me dijo. -respondió Dora muy sonriente.
-Ve siéntate a mi lado...déjame decirte que Estoy muy...pero muy agradecida con la vida, por haberme permitido conocer a mi nieto, hijo de mi único hijo. -habló con nostalgia Pero sintiendo alegría en su corazón.
Rania sonrió al escuchar esas palabras, sentía que era aceptada Pero no cedería ante Jhon muy fácil.
-Me alegra mucho saber que está feliz por mi pequeño hijo y créame no fue nunca mi intensión que creciera lejos de su padre.
-Lo se hija, sabes..en esa época Jhon estuvo en Nueva York, todo ese tiempo se debatía entre la razón de su matrimonio y la pasión momentánea p