Capítulo 38; Una vida entera.
Aquella semana y media se había convertido en unas vacaciones idílicas y pasional. Alex y Gianna, no parecían estar satisfechos el uno del otro, y aunque recorrían el sur de Irlanda visitando los distintos lugares que Alexander le había prometido, nunca faltaba oportunidad para entregarse al placer y unir sus cuerpos, y aunque llegase a faltar, ellos se encargaban de crear una oportunidad eficaz, y cuando no estaban unidos en el extasis de sus cuerpos, se dedicaban a disfrutar de la mutua compañìa, los besos y abrazos, las buenas caricias.
Gianna, quedó maravillada con Cork, asombrada con la desmesurada belleza de los condados de Kerry, y esas enormes extensiones de verde que parecían no acabarse, ¿Y qué decir de Waterford?, aquel lugar le había robado el corazón, y le preguntasen cuál era su lugar favorito de Irlanda, sin dudas, sería muy difícil escoger dentro de lo que hasta ahora había conocido.
Se embarcaron en el largo viaje que los devolvería a Limerick, al encuentro de la dul