NATALIA

—Debes estar bromeando — Me suelto de su agarre y me acerco más como si yo fuera una niña pequeña si darme cuenta que estoy cerca de un peñasco cuando siento que mi piel se eriza nuevamente, es que siento su agarre que me pega a su cuerpo, me he permitido ser besada como nunca pensé que podría serlo, me he permitido dejarme llevar por sentir un poquito de felicidad, he decido cegarme y creerle por varios minutos, pero es que tenerlo cerca  me nubla la razón, me lleva  a volver a ser esa niña ilusionada con su primer amor, me  he visto tan envuelta en presencia, con su manera de hablarme el hecho de sentir sus labios endulzar los míos, definitivamente me marea  de una manera que no razón y pienso lo que hago.

—Solo dame la oportunidad Natalia, solo eso la oportunidad te aseguro que no te vas a arre