—¿Al revolcón de hace un rato? ¿Piensas hablarle al idiota ese en cuanto me vaya? —Sus ojos apuntaron a la puerta, Ruedo los ojos con gesto de aburrimiento, me prometí a mi misma que no me dejaría amargar la vida con Andrew
—.¿A poco estás tan urgida que lo harás aquí en la misma casa de Valente? —