Una traición, un comienzo

Tic tac del reloj no deja de martillar mi cabeza, mientras yo solo observo una y otra vez mi teléfono en busca de que él responda, que él me responda el último texto que había enviado la noche anterior, no hay duda, él no desea contestarme, tal vez este enojado, yo indique que para nuestra boda quería algo grande, algo maravilloso, he estado ahorrando toda mi vida para ello, además de la pequeña fortuna que mi padre me heredo, con eso podre tener mi boda de ensueños, pero al parecer él no le agrada mucho, él quiere algo pequeño, ahora está enojado conmigo por esa razón, no puedo creer que se haya enojado por esa tontería, de verdad que no puedo creerlo, doy un gran suspiro y dejo que mi cabeza reposando de manera cansina en la pequeña mesa de la cafetería de la empresa, en lo que puedo jurar que hay muchos de mis compañeros de trabajo están observándome como si estuviese loca.

No me importa, la verdad es que es algo de todos los días, solo déjenme vivir y atormentarme con mis pensamientos en paz, tal vez cuando salga de trabajar le llevaré algunos dulces deliciosos, si eso haré. Le daré algo que compense su amargado estado, sé que no le gustan mucho los dulces, pero a mí sí me gustan, quizás deba llamar a Davina para pedir ayuda, ella ha sido nuestra mejor amiga desde hace mucho tiempo, desde que iniciamos la secundaria, siempre puedo contar con el hecho de ella es tan lista para poder saber los gustos de Gavin, otros suspiro, más cuando marco a su teléfono y solo responde el contestador, sin duda alguna ella debe estar ocupada, no debo ser tan intensa, tal vez este saliendo con ese chico misterioso con el que se envía mensajes y sonríe como una chica enamorada, no debo arruinar su día, solo debo hacer las cosas por mí misma, por eso me levante con una nueva determinación y solo me dirigí hacia el elevador en busca de tener el perdón de mi amado novio y con ellos buscar la manera de que no esté enojado conmigo, pero por fin estemos bien de una buena vez por todas.

Doy una gran sonrisa cuando llego a nuestro apartamento, en lo que al adentrarme en la sala de estar el silencio abarca el lugar, a lo que yo solo camino con lentitud para darle una sorpresa, tal vez este en la habitación, hoy salí un poco temprano debido a que deseaba darle una sorpresa, una sorpresa que sé que le encantara, pero entonces todo se viene abajo, todo llega a un punto al que no sé cómo avanzar, pues como se supone que debo actuar, se suponía que tenía un futuro matrimonio, un prometido que me amaba y una vida llena de dicha al lado del hombre que amaba y de la amiga que siempre estuvo a mi lado, esa era la vida que siempre imagine que tendría, una en la que me sentía afortunada por tener, una que al parecer jamás tendré, una que se veía colapsando como un juego con una mala mano, un juego en el que el juguete solo fui yo y ellos me utilizaron a su antojo.

--¿Hasta cuándo seguiremos con esto? No puedo más con esta situación…--la voz de Davina hizo que me detuviera de inmediato, a lo que me quede estática en lugar en busca de saber de qué habla, más cuando no sé qué hacen ese par en la habitación principal—estoy cansada de actuar como la mejor amiga de ese ser tan deprimente, de verdad que ya no puedo soportar más esto…

--Tranquila, no falta mucho, ¿ves ese papel de allí? Hoy la haré firmarlo, es un documento en el que ella me entrega todo su dinero, le diré que es un contrato contractual para que no piensen lo peor de mí, ya que no tengo nada que ofrecerle, además ella es tan tonta y hambrienta de amor que me lo entregara todo, solo nos casaremos y luego cuando nos divorciemos a las semanas le quitaremos todo, solo ten paciencia mi amor, unos cuantos meses y dejaras de actuar y yo seré todo tuyo como siempre ha sido…--Gavin beso con intensidad a una sonriente Davina, en lo que yo di un paso atrás llena de tristeza, pero por error deje caer el florero que yo misma había puesto en el lugar.

A lo que intente salir corriendo del sitio, pero Gavin logro sujetarme con fuerza del hombro y me observo como si aquello no fuese planeado, pero si ellos tenían tantos planes estúpidos y crueles hacia mí, lo primero que debían hacer era tener sexo en otro lugar que no fuese mi casa, pues la verdad es que el hecho de que yo podía llegar en cualquier momento era inevitable, por lo que me trague mis lágrimas y observe a Gavin llena de enojo y lo enfrente como debía ser.

--Suéltame ahora maldito psicópata, debí imaginarme, no eres más que un falso… --Lisa, no es lo piensas, la verdad es que yo…--sonreí con ironía ante sus palabras, en lo que observe como Davina salía de la habitación con un rostro notoriamente lleno de pánico, y yo solo sostuve su mirada y la observe como si de basura se tratara, mientras que Gavin revolvía su cabello castaño debido a que no sabía cómo debía actuar ahora.

--Lisa, podemos explicarte, no es lo supones, Gavin y yo…--¿acaso me creen tan estúpida? No puedo creer que sean tan descarados.

--Bien… es verdad te engañamos…

--Gavin

--No Davi, no hay mucho que hacer, es verdad te engañamos, pero ahora por compensación de estar con una mujer tan patética como tú, para poder compensar el hecho de importarme por alguien tan feo y miserable como tú, firma los papeles y entrégame todo lo que tienes, hazlo ahora, hazlo ahora porque de no ser así…--no podía siquiera suponer lo que estaba diciendo, ese hombre era verdaderamente cruel, era muy malo, yo no merecía ese trato, de verdad que no lo merecía.

--¿Cómo puedes decirme algo como esto? Yo te entregué mi amor, mi vida, he estado contigo más de siete años, no puedo creer que digas eso, no puedo creer que trates de esta manera yo…

--¿Tú qué? ¿De verdad supusiste que alguien podría estar contigo por amor? Eres horrible, la mujer más fea del mundo, desde tu personalidad siempre buena hasta tu físico, ese cabello maltratado, esas gafas y esa cara, debes compensarme, así que firma, firma los malditos papeles, deberías estar agradecida que Davina y yo estuvimos a tu lado, así ahora compénsanos…--negué con la cabeza y me zafe de su garre con la única intención de marcharme, pero Gavin me dio un empujón con tanta fuerza que di a parar al suelo, mientras sentí un leve golpe en la cabeza que hizo que mis sienes gimieran de dolor.

--Gavin… ¿Qué haces? —observe los ojos marrones de Davina sorprendidos por su reacción tan grotesca, a lo que Gavin de nuevo despeino su cabello y observo el cuerpo bien formado de Davina y solo el tomo de su pequeña cintura mientras ella parecía estar sorprendida por su acción tan repentina.

--Ella debe firmar los papeles Davi, debe hacerlo si o si, así que habla con tu amiga, porque de no ser así yo no estaré muy feliz que digamos, vamos amor convénzala—era un completo maniático, no sé cómo no pude notarlo, de verdad que este hombre es un completo estúpido y ella es igual que él.

--Lisa, firma los papeles, es lo mejor que puedes hacer por nosotros, después de todo Gavin tiene razón, no lo debes, si lo haces te prometo que seremos amigas de nuevo, te prometo que no vivirás tu patética vida sola, porque después de todo nunca tendrás amigos o alguien que te amé, yo te prometo…--escupí a Davina, en lo que esta hizo un gesto de fastidio y asco al ver su rostro bien cuidado sucio por , pero un fuerte golpe en mi mejilla hizo que sintiera un zumbido terrible en mis iodos, mientras mi boca sabia a metal y mis dientes se sentían débiles por ese instante.

--Mira nada más, no eres más que una descarada, una loca, Davi está ofreciéndote su amistad y tú solo la desprecias de esa manera, firma los malditos papeles…

--Nunca, prefiero morir antes que darte un centavo maldito bastardo y en cuanto salga de este lugar, me voy a encargar de demandarlos, de indicar agresión y de e****a, los voy a enviar a la cárcel…

--Lisa, por favor, no lo hagas lisa…--Davina hablo al parecer desesperada, pero entonces otro fuerte golpe en mi rostro me hizo gemir, a lo que observe como Gavin parecía estar completamente irritado y frustrado, parecía estar a punto de enloquecer, pero no me importo, de verdad prefería estar muerta que darle lo que mi padre me había dejado, de entregarle lo que había ahorrado con tanto esfuerzo, por eso los observe a los dos completamente determinada ante la idea de morir antes de perder contra ellos, pero antes de que siquiera pudiese reaccionar algo frío había atravesado mi estómago una y otra vez logrando que el aire que llenaba mis pulmones dejara de servir y sintiera la sangre abarcar mi boca por completo.

--Entonces muérete bastarda, si no me vas a servir para nada, es mejor que te mueras de una vez…--mis ojos se cerraban de a poco, en lo que noté la mirada sorprendida de Davina, en ella solo había sorpresa, no había arrepentimiento o algo parecido, tal vez solo no esperaba aquello, pero parecía estar más que satisfecha con la situación, mientras los fríos ojos de Gavin fue lo último que vi antes de sucumbir una oscuridad interminable.

Mientras estaba allí no hacía más que pensar en el hecho de que había perdido todo en cuestión de segundos, que al final eso de perder en mí no tenía sentido, jamás había tenido nada, jamás logre obtener más que el amor de mi padre y madre, era cierto era patética, era tan estúpida, yo había conseguido que mi vida se diera de esta manera y ahora mi vida se había evaporado por el hombre que creía que amaba, ahora la vida que mi madre y padre me habían dado con tanto amor solo era un seceso trágico y lamentable, solo era una deprimente historia de dolor, si tan solo tuviese otra oportunidad, si tan solo tuviese la oportunidad de vivir una vida mejor, una en la que no cometería los mismos errores, si tan solo pudiese vivir feliz, si tan solo pudiese hacerlo, lo haría sin dudar, lo haría como debía ser, sería feliz para siempre a toda costa, claro que lo haría. Y entonces abrí mis ojos y una luz me ilumino el rostro, mientras salía sobresaltada de la bañera en la que me encontraba y el agua me cubría por completo, estoy viva, estoy viva, pero ¿Cómo? Además, ¿Quién esa que está en el espejo?

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