POV DE MAGNOS
Amós se inclinó saludándome. Me acerqué y lo saludé con todo respeto. Él representaba a los más viejos y sabios de nuestra manada. Así que les mostraba un mínimo de respeto.
— Buenos días, alfa Magnos. — Dijo Amós.
— Buenos días, anciano Amós. — Respondí con respeto.
— Entre por favor. — Dijo él muy amable.
Caminamos juntos hacia el interior de la casa. Me llevó a una sala donde los otros ancianos nos esperaban. Todos se levantaron y me reverenciaron, los ancianos eran lobos y lobas sabios y mayores de mi manada. Son aquellos que contribuyeron a la manada con su sabiduría y merecieron convertirse en ancianos como una especie de jubilación.
— Buenos días, alfa Magnos. — Saludaron todos al unísono.
— Buenos días. — Respondí. Me senté en un sillón destinado a mí.
— ¿En qué podemos ayudarle, mi alfa? — Preguntó Amós.
— Como todos saben, una humana está gestando a mis cachorros. Pero esta humana no tiene olor, no es posible sentir su esencia única. — Dije. Ellos me mi