Alguien que lo valga
Llevábamos días sin comer, tenía tanta hambre que podía comer fácilmente de la b****a sin sentirme asqueroso, estábamos roñosos hasta el punto de no soportar mi propio olor corporal, y solo podíamos ver a la gente adinerada caminar con sus cabezas bien levantadas creyéndose los reyes del mundo. Pero un día les demostraría a este mundo corrupto y repugnante lo que puede hacer en un niño que se le había arrebatado todo.
—Ya está, Nikolay… tenemos que hacerlo hoy —dijo Eros mientras yo sostenía con fuerza el cuchillo en mi mano, éramos simplemente unos niños en esta jungla de concreto y un hambre devastadora. Nos volvimos pequeños leones al asecho de cualquier presa para robar, así empezó todo… Primero
Gracias por leer mis niñas. ¿Se viene confesión de nuestro sr?