Para el Ceo Rodrigo Fernández, Alina era una mala mujer, los reportes del investigador decían que ella era una chica de moral relajada que salía con varios hombres a la vez, pero sin embargo había ido hasta su casa para hablar de lo que le pasó en la empresa Altamirano, a pesar de que todo decís que ella era culpable de engañarlo, su instinto le decía que había algo que no cuadraba

— Rodrigo, tenía años de conocer a Alina, el nunca la vió hacer algo inapropiado o fuera de lugar, era una chica muy alegre, hermosa, con una coquetería natural, pero también muy respetuosa de su noviazgo con él, incluso Rodrigo, se sentía orgulloso de ella cuando la llevaba de su brazo, todavía no entendía por qué ella había cambiado tanto y se había burlado de él

El joven amo Fernández, hizo una llamada a su asistente y mano derecha

— Diga, señor Fernández, ¿qué necesita? — respondió Harry Linares

— Harry, quiero que investigues a fondo, lo que pasó cuando estuvo Alina, en el extranjero, justo cuando yo re