En la escuela de idiomas, una maestra de cincuenta años muy bien conservada era quien daba clases a Romina, le emocionaba aprender a hablar ruso, era algo que le ayudaría a ampliar su currículum, ese día habían comenzado con la pronunciación del abecedario
Después de la clase, Romi salió para tomar un taxi e ir a casa, ella no sabía que los pequeños ya habían llegado, pero Nathaniel, sí
— Papi, ¿dónde está mamá? ella ni está en casa y no me responde el celular, ¿creés que venga a comer con nosotros? — Daniela llamó a su padre para preguntar por su mami
— Mamá no se perderá la hora del almuerzo con ustedes por nada, voy a llamarla, cuelga el teléfono, cariño... espero que mi esposita esté tomando un café con la esposa de Nathan, por qué si no es así, no sé dónde demonios pueda estar
Nathaniel, llamó a su esposa, pero ella debido a la clase había apagado su celular, lo que si pasó fue que Romina ya estaba llegando a la mansión Diamantis
— ¡Mamá...! ¿a dónde fuiste? llegamos y no estabas