Un par de horas después, la casa finalmente se encuentra en calma.
Nicole lleva a un dormido Thiago a su habitación, dejandole con cuidado en su cama y depositando un beso suave en su frente.
La sonrisa tierna presente en el calmado rostro de su hijo la llena de paz.
Al volver a la sala, Nicole encuentra a Alessandro de pie frente a la repisa de fotos. Y aun cuando el menor se encuentra de espaldas a ella, no tarda en notar como este desprende un aura de nostalgia.
Las imágenes muestran recuerdos felices de Thiago: sus primeros días de vida, su primer cumpleaños, su primer día de clases, momentos de alegría con Nicole. Alessandro observa las fotos con una mezcla de nostalgia y tristeza por haber perdido esos momentos con su hijo pero se apresura en reprimirse; sin embargo, observa atentamente cada instante capturado.
A sus espaldas, Nicole comienza a recoger las mantas que forman el fuerte improvisado, tratando de mantener sus emociones bajo control. Tener a Alessandro presente