SARA.
Decir que una pesadez y un ambiente sombrío inundó el lugar, era quedarse corto para todo lo que había y se sentía en esta sala de espera.
Las miradas de estos dos hombres habían capturado el momento, y sentí un temor apremiante cuando uno de ellos habló:
—Faltaste a tu palabra… ahora atente a las consecuencias… —papá hizo una mueca ante la amenaza de Noah, y ladeó la cabeza.
—Tu hijo se metió con la hija equivocada… —mi ceño se frunció con profundidad y en el momento, miré a Adam que estaba caminando hacia ellos.
—Este no es el momento… ¿Se han vuelto locos? ¡Mi hermana acaba de tener un accidente!
Alex también fue a interponerse y le preguntó a papá:
—¿Por qué estás aquí? Te dije que no vinieras…
—¿Y dejarlos solos… a merced de este?
—Papá… ya basta. Hablaremos de esto en otro momento… —Alex masculló, pero papá no se inmutó y no dejó de quitar su mirada en Noah Musk.
Adam hizo lo posible por tomar del brazo a su padre y lo movió hacia un lado como si le reclamara, mientras Emm