—Nunca nadie había hecho lo que acabas de hacer. Y si lo llegara hacer, moriría — exclama.
—No soy nadie…. Soy tu novia —me cruzo de brazos.
Se acerca lo suficiente para inclinarse y susurrarme.
—No te aproveches cara. No lo hagas.
Eso sonó a una clara advertencia.
—¿Me estas advirtiendo? — pregunto incrédula.
—Solo te informo Lena —sube su mano para acariciar mi cabello — estoy demasiado estresado y no quería tener que descargar mi ira contigo.
—Yo descargare mi ira contigo si no me dices porque llamaste a Britney la creadora de toda perra habitante en la tierra.
Emite una pequeña risa, pero mi mirada de advertencia lo hace callarse rápidamente.
—¿Se conocen?
—No tienes derecho a preguntar, no ahora — lo señalo. A