El punto de vista de Michael
Seguí tocando y suplicando. "Por favor, cariño, ¿me dejas entrar?"
"No hasta que hagas lo que te pido", espetó desde dentro, con la ira visible goteando de su voz.
"Pero ya te lo dije-"
¡Sé un hombre por una vez, Michael! ¡Madura! ¿No puedes hacer las cosas solo? —No esperó mi respuesta—. Bueno, no entrarás hasta que hagas lo que te pido.
Fruncí el ceño con furia y golpeé la puerta con más fuerza. "¿Puedes dejarme entrar? ¡Hace un frío tremendo aquí fuera!", grité, pero no obtuve respuesta.
¡¿Qué demonios?! Miré a mi alrededor en la calle oscura. Me dejó afuera sin la menor compasión.
Liz siempre haría lo que le pido, Liz no esperaría a que le dijeran algo antes de hacer algo, Liz no querría que yo gritara antes de que hiciera algo que yo quiero, Liz no...
"¡Déjame entrar, Ebony!", grité de nuevo.
"¡Deja de gritarme!", gritó ella, con la voz entrecortada, como si estuviera llorando, pero yo estaba demasiado cabreado como para preocuparme por ella en ese mo