El mediodía llegó, y las madres se apresuraron a ir a recoger a sus hijos en los lujosos coches y algunas con mucha seguridad para protegerlas
Mientras tanto en la mansión Madrigal, los Sorrento, antiguos socios de Deeguel, habían llegado a ver a Ulises, ellos estaban interesados en derrocar al Rey Black, y quedarse con algunos territorios y negocios
Fueron pasados al despacho donde ya eran esperados
— Los Sorrento, por favor, tomen asiento, ¿si están aquí me imagino es por qué ya no tienen negocios con el Cartel del Golfo?
— Así es, en el velorio del Rey Black, su pequeño hijo nos mandó al diablo diciendo que él era el único heredero y que no debía darle cuentas a nadie de lo que le pertenecía por herencia de su padre, eso y que hicieron socios mayoritarios a unos mafiosos griegos, ese bastardo nos la jugó incluso muerto — el italiano estaba muy molesto
— Bueno, ¿y que harías si te dijera que todavía puedes vengarte de ese hijo de puta?
— Necesitaría llegar al infierno p