¡Era Bosco! Le siguió Javier, y los dos se acercaron. Era imposible confirmar su alegría e ira por la expresión.
Se detuvo frente a Cecilia, tomándole la barbilla, su mirada profunda se posó en la cara hinchada de la mujer, que tenía labios manchados de sangre.
Bosco miró hacia Jorge, que no se atrevía a mirarle, dijo: —señor Cabello, has pegado a mi gente, bueno, ¿qué vas a hacer?
Jorge, al escuchar el tono de Bosco, sintió que este asunto podía ser negociable.
Ya no estaba nervioso y sonrió: —dejaré otro 20% en términos de ganancia en nuestra cooperación...
Observando a Bosco, vio que no se inmutaba, continuó: —el treinta por ciento.
Se arrepintió de haber golpeado a Cecilia, porque el 30% de ganancia superó a cuarenta millones de dólares. ¡Qué pérdida!
Luego Bosco indicó a Javier, —ve a por el contrato.
Cecilia se sintió muy decepcionada al oír sus palabras...
Aunque no tenía esperanzas en este hombre desde el accidente, seguía decepcionante oírle negociarlo.
Cecilia vio la sonrisa