“Sí”. Catherine suspiró suavemente. “Pero es mucho más poderoso que antes. No pasará nada bueno si luchamos contra él”.

Wesley la miró profundamente a los ojos. Quería asegurarle que la Corporación Hill caería pronto, pero desafortunadamente, ella no lo entendería ahora. “Cathy, ¿por qué no... registramos nuestro matrimonio? Una vez que nos registremos, estaremos legalmente casados ​​y Shaun no podrá hacer nada”.

“¿Registrarlo?”.

Catherine estaba completamente consternada.

Ella acababa de aceptar la propuesta, pero ¿lo iban a registrar tan pronto? Ella se quedó en blanco por un momento.

“Sí. ¿Es demasiado repentino? ¿Te asuste?”. Wesley dijo con vergüenza: “Cathy, yo tampoco tengo elección. No quiero perderte de nuevo. No te preocupes, el registro y la ceremonia se realizarán al mismo tiempo. Celebremos nuestra boda en Melbourne para no alertar a Shaun. No quiero ser como Shaun. Aunque estabas casada con él, ni siquiera tuviste una boda decente”.

“Gracias”. Catherine se sintió al