La sangre que fluía por todo el cuerpo de Shaun se enfrió al instante.

Las escenas de Sarah esperándolo en casa a que él volviera del trabajo cada día seguían pasando por su mente.

Recordó su aspecto vivaz, amable y puro.

La policía le dijo que Sarah pasaba de seis a siete horas en el apartamento con otro hombre varias veces a la semana.

Además, su ropa era diferente cuando salía del apartamento...

Sarah dijo que ese hombre era su inquilino. Sin embargo, ¿era necesario pasar tanto tiempo con un inquilino?

¿Por qué le mentiría?

Realmente, la razón era sencilla.

Si él pudiera, él no quería creerlo en absoluto.

Resultó que no conocía lo suficiente a Sarah.

Se recordó a sí mismo diciendo con seguridad que creía en ella. De repente, todo aquello le pareció divertidísimo.

Solo pensar que Sarah había tocado antes a un hombre tan sucio hizo que Shaun se sintiera totalmente aliviado en ese momento. Por suerte, nunca se había acostado con Sarah.

No solo él, sino que Rodney y Chest