Shaun miró a Catherine. Él claramente había perdido, pero el aspecto infantil de ella hizo que el corazón de él se acelerara.

Él tragó e inconscientemente se movió hacia adelante, donde mordió el resto de los fideos que colgaban de la boca de ella.

Cuando mordió, sus labios tocaron los de ella.

Los ojos de Catherine se agrandaron instantáneamente. Las gruesas pestañas de ella rozaron la piel de las mejillas de él, y sus ojos puros eran tan claros como la estrella más brillante en el cielo.

En ese momento, Shaun sintió que algo en su cerebro reventó.

Él quería agarrarla por detrás de su cabeza y saborear lo que tuvieron anoche una vez más.

De repente, el timbre sonó.

Catherine se estremeció y lo empujó. Su rostro blanco como la nieve se sonrojó un poco cuando lo miró antes de caminar para abrir la puerta.

La figura alta y apuesta de Chester estaba parada en la puerta. Tan pronto como sus agudos ojos cayeron sobre los labios de Catherine, él de repente sintió un dolor de cabeza