Sarah miró a Catherine, que tenía una expresión fría y un brillo en sus ojos. Se hizo parecer una amiga comprensiva. “Vamos a cantar algunas canciones”.
Catherine lanzó una mirada indescriptible a esas dos mujeres.
Una p*rra pretenciosa y una p*rra falsa.
Eran la una para la otra.
Si tan solo hubiera sabido, habría insistido en no venir.
Pronto, la música comenzó a sonar en la habitación privada. Catherine reconoció la melodía al instante. Era ‘Count on Me’ de Bruno Mars.
Freya, Cindy y ella solían cantar esa canción en el pasado.
En ese momento, Cindy tomó un micrófono y se lo pasó a Catherine frente a todos. Incluso dijo en su micrófono: “Cathy, cantemos juntas. Eramos las mejores cantando esta canción. Sé que cometí algunos errores antes y no sé qué más decir además de que lo siento. Pero realmente extraño la hermandad entre nosotras. Si no fuera por tu apoyo, no habría llegado a donde estoy hoy en la industria del entretenimiento. Te extraño mucho. Realmente lo hago…”.
Cuan