Charity estaba sin palabras.

De alguna manera, ver a Max esforzándose por venderse a sí mismo la divirtió.

“¿Por qué me miras así?”. Su mirada hizo que Max se sintiera un poco incómodo.

“Sigue cocinando”. Charity sacó un plato.

Por mucho que quisiera un niño lindo, sabía que sería injusto para Max.

Además... Ella era realmente se resistía a ese tipo de asuntos.

…

A las 8:00 p.m., después de comer hasta llenarse, Freya se acostó en el sofá y se tocó la barriga como una mandamás. “No puede ser. Comí demasiado, estoy llena”.

Charity estaba entretenida. “¿De quién es la culpa de que hayas comido tanto?”.

“Tú también comiste mucho, ¿no?”. Freya puso los ojos en blanco hacia Charity. “Incluso me quitaste las costillas”.

Charity bebió tranquilamente un sorbo de agua tibia.

Freya suspiró. “Ya que te gusta su comida, deberías darle una oportunidad. ¿Quién sabe si vas a poder probar su comida? Es tan buena como la de un chef de un hotel de cinco estrellas”.

Después de permanecer call