“Sí, me gustó mucho cuando te besé”, la interrumpió Ryan.

El corazón de Freya dio un vuelco. Ella ya no podía mirarlo a los ojos. “¿Ah sí? Pero creo que también te gustará mucho besar a otras mujeres”.

“No estoy seguro de eso”.

Las comisuras de la boca de Ryan estaban curvadas en una sonrisa. “Freya, si tan solo yo te hubiera conocido primero”.

“...”.

Freya contuvo la respiración.

¿Quería decir lo que ella estaba pensando? ¿Ella estaba pensando demasiado en las cosas?

“Tú… Deja de decir tonterías. Ya es tarde. Regresemos a cas”.

Ella arrancó el coche y condujo mientras se sentía abrumada.

Las cosas se estaban saliendo más y más de control esta noche.

“Freya, cuando te besé hace un momento, pensé que se sentía familiar como si te hubiera besado antes”, dijo Ryan de repente, “¿Nos besamos antes en nuestras vidas pasadas?”.

La cabeza de Freya estaba zumbando. Ella no sabía cómo responder a esa pregunta. Volvió a hablar cuando había recorrido una distancia considerable con el co