En la Cabaña de Seguridad.

Freya se despertó con la luz del sol entrando por la ventana, con una resaca.

De repente se sentó en la cama y le dolía la cabeza.

¿No estaba bebiendo con Eliza? ¿Cómo terminó aquí?

¿Ya era la mañana siguiente?

Freya no se sentía bien por la situación. Rápidamente se vistió y bajó las escaleras. “Tía Loretta, ¿dónde está Dani...?”.

Antes de que pudiera terminar de hablar, vio a Ryan sentado en el sofá y cargando a Dani en sus brazos con una botella de leche en la mano. Por su cara regordeta, Dani parecía satisfecha con la leche. Era una linda bebé.

Sin embargo, esa escena era extraña.

Cuando escuchó su voz, Ryan levantó la mirada y vio a Freya. No dijo nada por miedo a molestar a Dani.

En cambio, la Tía Loretta se le acercó con un recipiente de agua y explicó en voz baja: “El Joven Amo la trajo a casa ayer. Usted estaba borracha, pero Dani insistió en que usted la cuidara y yo no pude cuidar de ella sola, así que el Joven Amo la puso a dormir. Esta m