Cada una de esas escenas casi volvían loca a Sheryl.

“Definitivamente harás eso. ¡Todos los hombres son horribles! No es como si no hubieras tenido ex novias antes de conocerme”. Sheryl miró a Titus con enojo.

“Mamá, no pelees con el Tío Titus…”.

Antes de que Rebecca pudiera terminar su oración, Catherine se le acercó y le dio una fuerte bofetada.

“¡Rebecca!”. Sheryl estaba sorprendida. Cuando ella reaccionó, inmediatamente levantó la mano para darle una bofetada a Catherine también.

Sin embargo, Catherine agarró rápidamente la mano de Sheryl y la miró fijamente en la cara.

Este era el rostro en el que solía pensar innumerables veces en sus recuerdos.

A ella le estaba doliendo el corazón como si alguien se lo estuviera apretando.

Catherine le dijo con frialdad, “Si no fueras mi madre o una persona mayor, también te daría una bofetada”.

Sheryl se burló. “No creas que no se de tus intenciones. Quieres ser mi hija porque hay muchos beneficios que puedes obtener. Desafortunadamen