Durante el desayuno, el ambiente, normalmente cálido, se sentía como si el aire acondicionado estuviera encendido.

Sheryl dijo de repente: “Después de dormir, decidí que ustedes dos no deberían involucrarse en la disputa personal de la familia Jones”.

Matthew se atragantó con su huevo. “Mamá, ¿qué planeas hacer?”.

“Mamá, ¿qué pasó entre tú y el Tío Titus?”. Rebecca también estaba confundida pero complacida en secreto. No esperaba que su plan funcionara tan pronto.

Gracias a la droga, Sheryl se había vuelto temperamental. De lo contrario, la sensata Sheryl no habría sido engañada tan fácilmente.

“Este es un asunto de adultos. Ustedes no deberían molestarse con eso”.

En ese momento, Sheryl dejó sus cubiertos y se fue.

Matthew desvió discretamente la mirada hacia su padre. Titus se frotó las cejas antes de darse la vuelta y decirle a Matthew: “Haz que alguien vigile a Catherine en caso de que le pase algo”.

“Papá…”. Matthew estaba un poco sorprendido. “Pero anteriormente, ¿tú no…?