La luna, las estrellas y el mar.
Cassie Beckham.
Mi hermana y yo hacemos todo lo posible por levantarle el ánimo a nuestra madre, pero no es muy fructuosa nuestra misión. Alessia se va a la cocina para llamar a Sandro lo sucedido. Mi madre me da un fuerte abrazo, antes de que se marche su habitación le pido permiso para salir en la tarde con Dimitri, me lo concede y me da un beso en la mejilla.
El resto del día lo paso leyendo cazando a más sombras. Estoy obsesionada con Alec Wood. Amé cuando le dijo a su sexy brujo:
«Te llamé muchísimas veces, incontables veces y tú nunca me devolviste las llamadas.
El brujo miró a su cazador de sombras, Alec, como si se hubiese vuelto loco.
—Tu ciudad está siendo atacada —le hizo ver lo que ya sabía. Alec lo miró a la espera de una explicación —¿Y tú quieres saber por qué no te he llamado? Por Dios Alec, hay millones de dominios aquí. Ayude a combatirlos y quizás te diga por qué no respondí a tus llamadas».
¡Oh dioses de las adolescentes enamoradas de cazadores de sombras, no per