Gina:
Días después.
Hoy era la cena en la casa del padre de los Praxton, estaría presente en ella y oficialmente sería su nuera ante toda la familia, que nervios, pero se que lo haré bien, hoy tengo que lucirme y dar mi mejor actuación. También estaba nerviosa porque en dos días salían las fotos que me tomé, la verdad no sabía como lo iba a tomar mi familia al verme en ropa interior, sobre todo mamá, se va a escandalizar al verme, papá no tanto ya que el tiene la mente muy abierta y siempre me apoya en todo lo que he hecho por años así sea en lo más mínimo.
Estaba en el centro comercial comprando un lindo conjunto de enterizo color verde pastel, me miraba en el espejo del probador detallando cada parte de mi cuerpo en el enterizo, me quedaba perfecto.
—Voy a llevarlo —le dije a la chica.
—Con gusto señorita.
Me encantaba esta etapa de mi vida, todo nuevo para mi y sobre todo libre de estar con Marco, se que cinco años no son en vano, pero el decidió engañarme y dejarme, siempre he sido de las personas que no se aferran a nada ni nadie, siempre he sido independiente emocionalmente, son muy pocas las cosas que logran afectarme y eso lo aprendí de papá, a que no me afectaran ningún comentario negativo y siempre tener la cabeza en alto con mucha dignidad. Ahora que me libre de Marco, quiero empezar una nueva etapa, trabajar en mi y solo en mi, en mis proyectos y metas sin la necesidad de tener a mi lado a alguien.
Los Praxton han sido amables conmigo, no puedo negar que son jodidamente sexys, pero no quiero involucrarme con ninguno de ninguna forma, yo solo los estoy ayudando para que no pierdan su puesto, mientras que yo adquiero experiencia y por supuesto ganar dinero con eso, ya terminada mi meta, me iré a New York para nuevos horizontes e intentar en el teatro donde siempre he querido estar.
Pagué la ropa y salí de la tienda, tenía un par de zapatos que quedaban perfectos con mi atuendo, al igual que los accesorios. Los Praxton me han dado la llave de su departamento así que podré entrar sin problemas.
Ya estando en el departamento me fui a mi habitación para empezar a arreglarme, Damian y Azael llegarían en una media hora así que tengo que quedar hermosa para impresionar a su padre.
(...)
Damian y Azael ya habían llegado y me estaban esperando afuera, mientras que yo terminaba con mi cabello, la verdad no había mucho que hacer en el así que lo dejé como siempre, liso y suelto, retoque mi labial y tome mi chaqueta junto con mi bolso, la verdad me veía hermosa joder Gina, eres hermosa.
Salí de la habitación y fui hasta la sala donde ellos estaban de pie esperándome, al escucharme voltearon y Santa Ramona, que guapos. Damian lucia un traje negro sin corbata bastante ajustado a su enorme cuerpo, zapatos negros y cabello perfectamente peinado y Azael usaba solamente una camisa color Rosa arremangada a los codos, pantalón negro y zapatos del mismo color en cambio el si tenía el cabello un poco desordenado.
—Tengo que ser honesta —reí— se ven realmente sexys los dos..
—No tienes porque decirlo, lo sé —Damian sonrió de lado.
—Que egocéntrico es señor Praxton.
Azael se acercó a mi con una sonrisa.
—Estas realmente hermosa Gina —tomó mi mano—, aquí está el anillo.
Puso en mi dedo un hermoso anillo, no se nada sobre joyas pero éste anillo era una belleza.
—Gracias —no dejaba de verlo.
—Hora de irnos —salí de mis pensamientos y asentí.
Azael tomó su chaqueta y los tres salimos del departamento, en el ascensor todo estaba tan callado y tenso, odiaba ésta sensación. Ya en el estacionamiento fuimos hasta el auto de Damian, Azael abrió la puerta de atrás para ayudarme a subir y el luego lo hizo seguido de Damian, el encendió el auto y ahora si, rumbo a conocer a mi futuro suegro.
En el camino nadie dijo nada y joder que horrible se siente el ambiente, espero que todo salga bien, yo pondré todo mi esfuerzo en la cena. Llegamos a una casa no muy grande pero si hermosa, los tres bajamos del auto y ahora si estaba nerviosa ya que afuera habían varios autos más, seguramente los demás familiares de los Praxton ya estaban aquí.
Damian abrió la puerta y entramos, la decoración era hermosa, todo era color pastel claro, a pesar de que era de noche, había mucha claridad dentro, flores y muchos cuadros a lo lejos, muebles cafés claro y adornos bonitos, la casa me encantaba tanto por fuera como por dentro.
—Hijos míos —miré hacia aquella voz, un señor de al menos cincuenta años o más quizá, venía saliendo de algún sitio de la casa, usaba un traje gris, alto, bastante varonil y con canas en la barba y cabello, era como ver a Damian, pero mayor, hay que admitirlo, el suegrito es atractivo.
—Papá —Damian solo le dio un asentimiento y Azael abrazo, su padre luego me miró.
—Tu debes ser la afortunada —sonrió y me abrazo, joder que perfume tan varonil— Soy Eddie Praxton querida.
—Gina Anderson señor y afortunada no lo creo —reí— el caso sería al revés.
—Ya me agrada —sonrió ampliamente— al fin conozco a la Prometida de mis hijos, pasemos al jardín, allá está toda la familia reunida.
El se había ido y ambos se posaron a mi lado.
—Sin errores Anderson —me dijo Damian mientras susurró en mi oído.
—Lo haré bien Praxton —lo mire mal, tome aire y entrelace mi brazo con el de Azael ya que Damian se adelantó al jardín. Azael me dio una sonrisa para tranquilizarme, ambos caminamos por la casa directamente al jardín, donde habían varias personas reunidas hablando animadamente.
¿De dónde salían estas personas? Todos son sumamente apuestos, incluso las chicas, ésta familia tiene los genes perfectos.
—Familia —el señor Eddie llamó la atención de todos— ya llegó mi nuera, ella es Gina Anderson —me señaló.
El señor Eddie me llamó hasta el me fue presentando uno a uno, tíos primos y parejas de todos o bueno, casi todos.
Tomé una copa de champaña para empezar a relajarme y prepararme las preguntas que me iban a hacer. Azael y Damian llegaron hasta mi también con copas en mano.
—¿Estás bien? —preguntó Azael.
—Más que bien —dije segura— ahí vienen sus primos creo yo.
Un par de chicos se acercaron a nosotros, uno debía tener al menos la edad de Damian y la chica, la edad de Azael, supongo que esos son los primos que quieren quedarse con sus puestos.
—Es increíble que ustedes estén con la misma chica —el hombre bebió de su copa— me sorprende de ti Damian, siempre criticaste la Poligamia.
—Las cosas cambian Raphael.
—¿Cómo haces para acercarte a él? —la chica me preguntó en un tono burlón— a Damian no le gusta el contacto físico, me sorprende que se deje tocar.
—No hay ningún problema en tocarlo o abrazarlo, a mi no me hace a un lado —mire a Damian con una sonrisa que el no correspondió, así que levante su enorme brazo y lo abracé, su cuerpo se tensó pero luego se relajó solo un poco.
—Esto es nuevo —la chica rió—¿Donde se conocieron?
—En un viaje a Europa —dije segura— fue increíble conocerlos a ambos al mismo tiempo, fue como una conexión inmediata, ambos son interesantes, inteligentes, sobre todo Damian, es muy bueno en los negocios.
—Vaya.. ¿Y que es lo que más te gusta de ambos?
—De Azael los chistes, son muy buenos.. Y de Damian en que es muy serio en lo que hace, creo que no tendría una sola que decir de alguno ya que ambos tienen una cualidad diferente y única, a parte de su físico obviamente ambos tienen algo bonito que ofrecerme.
Joder Gina, mereces un Oscar por semejante actuación. Se que hacen ese tipo de preguntas y esperan que cometa algún error, pues si esperan eso, perderán el tiempo porque debo conservar mi trabajo y esos dolares por mi propio bien.
Ambos chicos se retiraron y yo seguía abrazada a Damian.
—¿Podrías soltarme? —lo solté.
—Eso fue genial Gina —Azael rió, no pasó mucho cuando llegó su padre a nosotros.
—Pasemos a la casa, la cena ya está lista.
Los tres lo seguimos hacia adentro de la casa, donde ya estaban todos reunidos, la verdad estas personas están llenas de excentricidades por todos lados, ropa cara y joyas, puras ganas de presumir que tienen dinero, en mi casa nos gusta comer viendo la televisión, descalzos y en pijamas, nada mejor que eso.
La cena consistía de arroz con camarones y ensalada. No puedo comer ésto, soy alérgica a los camarones. Damian y Azael quienes están sentados a cada lado se pusieron de pie y se fueron, la mesa quedó en silencio ante su acción y yo no sabía que hacer, luego ellos regresaron de nuevo al comedor, Azael retiró mi plato y Damian colocó otro con arroz blanco y estofado y ensalada. Mire a ambos sin creerlo, creí que lo habían olvidado, ese simple gesto, me pareció lo más tierno que han hecho por mi.
—¿No te gustó la comida Gina? —iba a responder pero Azael se adelantó.
—Gina es alérgica a los camarones, lo siento papá, debimos decirte.
—Oh no —negó apenado—, no lo sientas, yo más bien debí preguntarles, lo siento Gina.
—No se preocupe señor Praxton , usted no sabía nada.
—Cuéntanos Gina ¿que edad tienes? ¿A que te dedicas? —preguntó la señora gorda llamada Lola, es hermana del señor Eddie.
—Tengo veintiséis años, anteriormente trabajaba como mesera en una cafetería, ahora solo me dedico a ser actriz de teatro, de hecho hace unos días hice unas cuantas sesiones de fotografía para Damian y Azael, es de la marca Chesiree.
—O sea que no eres una modelo profesional —la prima rió.
—No lo es —habló Damian— pero lo hace mucho mejor que las modelos que han trabajado con nosotros.
—En dos días salen las fotos —comentó Azael contento— fue un trabajo increíble sin duda, Gina tiene mucho talento.
Les sonreí al trío de envidiosos frente a mi, iba a disfrutar mucho esto.
—¿Desde cuando conoces a mis sobrinos? —entrecerró los ojos— digo, hace poco no tenían pareja y resulta que ahora están comprometidos, justo cuando mi hermano les dijo que los iba a sacar del puesto.. —sonrió de lado.
—Basta Lola —advirtió el señor Eddie.
—Es cierto tío, todo esto es muy raro.. —la chica me miro con odio puro, same amiga.
—Puede que les parezca extraño todo esto, pero conozco a mis prometidos desde hace ya tiempo, fue en ese viaje, además de que no es necesario dar explicaciones, tanto Damian como Azael están demasiado grandes para eso ¿no lo creen? Yo a ellos los quiero y se han ganado mi corazón con solo pequeños detalles, ellos me conocen a la perfección —hice una pausa— así como los conozco a ellos.. Por ejemplo de a Damian no le gusta el contacto físico, el chocolate y las películas de romance, entre otras cosas y a Azael literalmente le gusta todo —reí leve— excepto las carreras de auto y el basquetbol, cosa en la que no tenemos nada en común porque yo amo el basquetbol.
Sentí un par de manos en mis piernas, eran las de ellos dándome las gracias de no haberla cagado, ellos no se han dado cuenta pero estos días los he estado detallando e iba conociendo cada cosa que les gusta, claro que todavía me faltan cosas por aprender.
Se que quiza lo haga por beneficio propio, pero si seria justo ayudarlos ya que ellos me han ayudado mucho a mi en muy poco tiempo.