Zoe.

—¿Estás bien? —Rebeca me pregunta.

—Lo estoy amiga, así que no te preocupes.

—¿Cómo me pides algo así? Dios, me sentí super horrible cuando escuche las noticias de que habías sido agredida, así que no me pidas que no me preocupe Zoe.

—Lo siento, es que no quiero que nadie más se meta en este asunto..

—Pues somos amigas —ella toma mis manos—, es lógico que me preocupe por ti.

—Gracias Rebeca, en serio.

Estaba en la agencia, iba a reunirme con la señora Gina para hablar de lo sucedido en el edificio en el que vivo con los chicos.

Los nervios que tenía en ese momento eran demasiado para mi. Que me hayan agredido fue demasiado, lo peor es que mi padre ha negado dicho ataque hacia mi, era algo de esperarse, él jamás iba a admitirlo, de solo pensar en sus fanáticos políticos, siento mucho asco.

Conozco a mi padre y sé que él jamás se quedaría tranquilo, aun recuerdo sus quejas, si alguien dentro de su equipo de trabajo hablaba mal de él, de la nada era despedido o destituido, tenía el