Marina
—¿Marina, estás bien? —
—Estoy bien... no sé qué pasó. Sentí un dolor en mi cabeza —dije, viendo que estaba sentada en el suelo mientras Bruno estaba arrodillado a mi lado, su herida sangra de nuevo y me angustio.
—Necesitas recuperarte, mate. Hay un ataque —él acarició mi cara con amor.
—Me